Summary
“Eres una buena chica. Ya sabes cómo cuidar de mi compañero”.
“¿Yo, de verdad?”
Las intensas feromonas del macho tentaban abiertamente a Irene, envolviéndola con un aroma que parecía decir: “¿Por qué no te gusto?”
“Una hembra para ofrecer mi virginidad, entonces, por supuesto que tendré que organizar un matrimonio. Considera esto como nuestra primera noche”.
Irene ya era una solitaria mucho antes de alcanzar la edad adulta. Cuando entró en celo, se sintió desamparada, sin embargo, conoció a un macho que gentilmente le ofreció fruta para aliviar su malestar. Esta muestra de afecto la conmovió tanto que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Se vio cautivada por este misterioso macho que aliviaba su placer, pero cuando recuperó sus sentidos, vio los colmillos de Nox curvándose en una sonrisa feroz.
Espera, ¿cómo podría haberse encontrado con un leopardo? ¿Por qué un leopardo?
“Llámalo Knox, Irene”.