Summary
“Todos han muerto… Solo quería dar lo mejor de mí. Solo quería ser una emperatriz amable. ¿Por qué?”
Sus heridas la hacían parecer exhausta. Después de días de tortura y la masacre de todos aquellos a quienes amaba, el Emperador abandonó a la Emperatriz en las montañas nevadas. En medio de una fuerte nevada, la ex emperatriz Rosellin se había rendido y estaba lista para aceptar la muerte. Su familia, sus amigos y todo su arduo trabajo por el pueblo del imperio… No le quedaba ninguna razón para seguir viviendo. Así que se tendió sobre la manta de nieve pura, su cuerpo casi congelado, y observó cómo la nieve blanca se tornaba negra. Al principio, el frío le provocaba dolor, pero este disminuyó rápidamente, y comenzó a pensar que congelarse hasta la muerte quizás no sería tan malo.
“Ser perseguida hasta la muerte, yacer sola como si estuviera gobernando este campo nevado…”, suspiró en resignación.
Fue entonces cuando apareció un hombre.
“Si ya no necesitas tu vida… entonces perdóname, la tomaré”, declaró él. Era el general enemigo, Tamon Krasis.
“Eres mía ahora, emperatriz”.
Ella había sido abandonada por todos, pero él la secuestró y se la llevó. ¿Quién era el responsable de este secuestro?