Amor prisionero

Nunca hice nada realmente malo y siempre viví con rectitud, pero de repente me acusaron de ser el culpable de un asesinato. En una situación en la que todas las pruebas me señalaban como sospechosa, Shushu finalmente fue encarcelada en la prisión de mujeres “Augwell”.

“Créeme. Encontraré al verdadero culpable y te declararé inocente.”

Su amigo de la infancia, Edwin, le dijo eso, pero la vida en la dura prisión, llena de todo tipo de criminales, era demasiado difícil. Necesitaba un “esposo de prisión” que hiciera su vida carcelaria más llevadera.

“¿Qu, quieres ser mi esposo de prisión? Protégeme, por favor.”
“Ya tengo a alguien.”
“¿Qué? ¡¿Quién?!”
“El buzón.”

Aunque ambas eran mujeres, Shushu le propuso matrimonio a Minicat, que dominaba la prisión, pero la respuesta que recibió fue una tontería.

“No quiero ser la esposa de alguien que no me gusta.”

Pero eso fue solo por un momento, porque la prisionera “Minicat”, quien aceptó la propuesta como un capricho, la besaba constantemente.

“Es una regla.”

La voz, que era como si rasgara finamente el techo de su oído, le dio escalofríos.

“Cuando beses, cierra los ojos.”
“…….”
“Entonces te trataré con mucho cariño.”

Más tarde, aunque besara a algún hombre, ella estaba segura en ese momento de que nunca olvidaría los besos con Minicat.