Me Casaré Sin La Credencial

¡Maldita sea!

Noah no había sido ascendido de rango por culpa de su superior. Había soportado hasta el límite, pero ahora su paciencia estaba agotada, y solo quedaba una cosa por hacer.

«¡Vamos a pelear sin importar los rangos! Para hacerlo más divertido, ¿qué tal si el ganador pide un deseo?»

Y así, ambos aceptaron el desafío…

-¿Deberíamos intercambiar espadas como símbolo de nuestro matrimonio?

-Si eso significa que puedo usarla para cortarle la cabeza al general, lo haré con gusto.

-¿Quieres llevar un vestido rojo? Vaya, mi novia es tan feroz…

-¿Por fin perdiste la cordura, general?

-Ahora que lo mencionas, mis ojos también son rojos. ¿Lo estás haciendo por mí?

-Solo si puedo teñirlos con tu sangre.

-Bueno, empezaré a recolectarla gota a gota desde hoy.

-No te molestes, prefiero matarte de una sola vez.

-Noah, eres tan apasionada… ¡Eso deberías decirlo en la cama!

-Solo muere en nuestra primera noche, por favor.

-Entonces entiérrame contigo en una tumba conjunta. Te esperaré hasta que mueras. ¿Qué tal el fondo del mar?

-Prefiero ser enterrada en tierra firme, gracias.

Noah se estremecía al recordar una y otra vez las palabras de Leto. ¿Cómo había terminado involucrada de esa manera con alguien así?

«De verdad está loco…»

Por más que pensaba, no encontraba una respuesta razonable más allá de su atractivo físico.

……

Y al lado, Amy la miraba con una mirada fría.

«Tú también eres rara.»