Summary
“Creo que puedo ofrecerle a Madart un tiempo que no será aburrido.”
Madart, el Ministro de Kandhal, el continente más grande y poderoso de los cinco que están divididos,
era el agente de los dioses, el ser humano más cercano a los dioses, pero,
no podía liberarse de la maldición que lo acosaba desde su nacimiento.
Cabello negro, ojos negros.
Seiren, una sirena que se parece a la leyenda de la desgracia, que se cuenta como un símbolo de la miseria en el mundo.
Ella, quien fue capturada como un obsequio para Madart,
susurra pidiendo que mate a todos los habitantes del pueblo que la traicionaron.
“Entonces, ¿qué me quedaría a mí? De todos modos, si uno pide algo, debe haber algo que ofrecer a cambio. No pareces tan inocente como para no saberlo.”
Seiren era astuta, astuta y una mujer única,
y Madart la eligió.
*
“Te amo.”
Aquella persona que Madart ama siempre muere.
El comienzo de la maldición es,
‘Conciencia.’