Summary
“Han sido años de sufrimiento. De ahora en adelante, solo buscaré la prosperidad y el esplendor”. Un día, el emperador, que había completado una ceremonia celestial para consolidar su dominio sobre todos los reinos, tomó la mano de la emperatriz y le susurró al oído: “A partir de este momento, mi única razón de ser será amarte”. Esto ocurrió hace quince años. La vida cotidiana se ha vuelto tan apacible que me encuentro abrumada por la ociosidad. Si esto continúa, sentiré que me estoy marchitando en este palacio y moriré.