Summary
Vivía como una duquesa odiada por todos y al final me diagnosticaron una enfermedad terminal. Así que creé un cadáver falso y me escapé. Todo en el funeral salió bien, y yo era oficialmente una persona muerta.
Entonces comenzó a circular un extraño rumor.
Aparentemente, tras mi muerte, mi marido se había vuelto loco.
***
Dehart susurró cabizbajo: “¿No puedo volver a llamarte Sebelia?”
“No, no puedes”.
“¿Incluso si me arrodillo así?”
“Incluso si me das tu vida”. Sebelia se inclinó ligeramente hacia adelante y le susurró al oído: “Dehart, solo soy generosa con la gente que conoce su lugar”.
Su corazón dió un vuelco. Miró a Sebelia con ojos temblorosos.
En el pasado, era a ella a quien se le habían dicho esas palabras.
[Soy generoso con las personas que conocen su lugar.]
Esas fueron las primeras palabras de Dehart a Sebelia.