Summary
“Maestro, lo siento… Es culpa mía que no pudieras abrirte paso antes de tus últimos momentos”. “No te preocupes, discípulo mío. No moriré”, dijo Xu Fan mientras sonreía a su discípulo, cuyo rostro estaba cubierto de lágrimas. “Si sólo… Si sólo pudiera conseguirte unas cuantas Píldoras de Establecimiento de Fundación más…”. El genio de la secta se arrodilló en el suelo mientras lloraba…