Summary
Un día, de repente, un misterioso marqués apareció en un pueblo rural y comenzó a comprar obras de arte. Su único interés era que el tema de las obras fuera “desnudos”.
Liv Rhoides era una simple profesora particular.
Para pagar la medicina de su hermano enfermo, hizo de modelo desnudo un par de veces, sin que nadie lo supiera, pero pensaba que no habría problemas, ya que solo le habían pedido que posara de espaldas.
Eso, hasta que alguien compró una pintura desnuda en la que se mostraba su rostro lateral.
***
“Es posible que Dios te escuche, pero no te concederá lo que pides.”
Las palabras murmuradas con cinismo eran tan bajas que solo Liv las pudo oír.
“Lo que puede lograrse, depende del ser humano, maestro.”
Su voz grave era espeluznante, pero al mismo tiempo fascinante, como el canto de una sirena. Mientras mantenía la mirada fija en el icono, los ojos de él se desviaron hacia Liv por un momento.
“Así que, ora por mí.”
La comisura de los labios del marqués se torció ligeramente.
Ese breve instante en el que sus miradas se cruzaron pareció durar una eternidad.
“¿Sabes? Tal vez ocurra un milagro.”